Día Internacional de la Enfermera, reconocimiento indiscutible

Mañana,12 de mayo, celebramos el Día Internacional de la Enfermera en un contexto poco habitual: en plena crisis sanitaria. Este día, tan especial para nosotras/os, cobra un nuevo sentido este año, y ponemos encima de la mesa la situación y percepción de nuestra profesión, tanto por parte de la ciudadanía como de las autoridades.

La ciudadanía nos valora, reconoce nuestro esfuerzo y cercanía. Siempre hemos sido una profesión feminizada y, sobre todo, muy asociada al cuidado. Aun así, culturalmente, la enfermería se vincula a vocación más que a profesionalización, y esto, conlleva, muchas veces, a que sea menos reconocida que otras profesiones del mismo nivel formativo.

Existen diversos ámbitos en los que se desarrolla nuestra profesión, poco conocidos generalmente. La gestión, investigación, docencia y especialización también entra dentro de nuestra actividad. Nosotras/os no solo cuidamos, también asesoramos y educamos.

La falta de reconocimiento en nuestro trabajo es un patrón repetido, sobre todo por parte de las autoridades. Esta clase política se resiste a reconocer nuestro liderazgo, asunción de nuevas competencias, categorías, puestos funcionales, participación en la toma de decisiones, así como a la inclusión en el grupo profesional que corresponde a nuestra formación, grupo A.

Este año más que nunca, nuestro reconocimiento no es cuestionable. Las enfermeras queremos ser escuchadas, lo hemos dado todo y estamos demostrando cuál es nuestro lugar como profesión, la primera fila.

Es la hora de reconocernos como profesión, sin excusas ni paliativos. Las enfermeras hemos estado en la crisis, estamos en la desescalada y queremos estar diseñando el futuro de nuestra sanidad. No queremos ser olvidadas.

Por tanto, en este día Internacional de las Enfermeras le decimos a la sociedad, pero sobre todo a las autoridades: ¡RECONÓCELAS! ¡RECONÓCENOS!