SATSE Euskadi: 50 medidas para acabar con las agresiones a profesionales sanitarios
SATSE elabora un proyecto de norma estatal para luchar contra los episodios de violencia física y verbal que sufre el personal sanitario, especialmente, las enfermeras. El Observatorio de Agresiones de Osakidetza ha dado a conocer hoy más de 600 agresiones en el último año en la sanidad pública vasca
El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha elaborado un proyecto de ley que contempla más de 50 medidas y actuaciones concretas para luchar contra la violencia física y verbal que sufren los y las profesionales sanitarios/as, especialmente, las enfermeras y enfermeros.
SATSE subraya que el grave problema de la violencia en el ámbito sanitario, que afecta a ocho de cada diez enfermeras y enfermeros, sigue muy presente en la pandemia de la Covid-19, registrándose de manera frecuente agresiones verbales, como insultos o amenazas, y también de carácter físico, como empujones, puñetazos o golpes.
Según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, cerca de 3.000 enfermeras y enfermeros denunciaron haber sido agredidos en 2018 en el Estado, lo que constituye una parte muy pequeña de los casos reales, porque muchos profesionales no dan el paso de denunciar.
En Euskadi, el Observatorio de Agresiones de Osakidetza se ha reunido hoy por primera vez tras el inicio de la pandemia. Este organismo, donde participa SATSE, tiene como objetivo analizar y reducir las agresiones físicas y verbales en el Sistema Vasco de Salud. Según los datos aportados por Osakidetza, 651 profesionales han sido agredidos durante el año 2020 en la CAV.
“Es especialmente destacable el aumento de los accidentes, con consecuencias más graves y lesivas para el profesional”. Además, para SATSE, estos datos no reflejan la realidad de lo ocurrido. “Este año ha sido atípico, ya que la pandemia ha saturado los servicios de prevención y probablemente ha habido una infradenuncia de las agresiones”, explican desde el sindicato.
Seguridad
Al objeto de que no se llegue a producir ninguna agresión a un/a profesional sanitario/a, SATSE propone, entre otras medidas de carácter estructural, generalizar los sistemas de videovigilancia en los pasillos, salas de espera y admisión; una iluminación óptima y dispositivos sonoros de alarma en las consultas
Entre las medidas de carácter activo, la organización sindical apunta la inclusión en la historia clínica del paciente de sus antecedentes como sujeto activo de violencia sanitaria, si es el caso, y, entre las de carácter organizativo, reducir los tiempos de espera, garantizar una ratio adecuada de pacientes por enfermera/o e implantar un sistema de organización debidamente protocolizado para pacientes y familiares.
Apoyo al profesional
De otro lado, la organización sindical apuesta por la creación de la figura del comunicador, que sirva para mediar en los posibles conflictos y evitar posibles agresiones.
Una vez registrado un caso de agresión, desde el Sindicato de Enfermería se propone, entre otras medidas, la implementación de un servicio específico encargado de prestar apoyo psicológico a la víctima, así como poner a disposición del enfermero o enfermera un servicio encargado de tramitar directamente con el Ministerio Fiscal la denuncia que pudiera presentar.
Por último, en el ámbito de la administración pública, SATSE aboga por que el servicio autonómico de salud correspondiente, en este caso Osakidetza, se persone como acusación particular en las causas penales abiertas, y que la víctima de un caso probado de violencia sanitaria pueda solicitar el traslado a una plaza o puesto en distinto centro, servicio o unidad.