SATSE Euskadi impulsa una iniciativa legislativa popular para que se garantice por Ley un número máximo de pacientes por enfermera
Euskadi necesita un total de 3.592 enfermeras y enfermeros para alcanzar, al menos, la media europea. La ratio de profesionales por 1.000 habitantes en la CAV es 7,16 mientras que en Europa es de 8,8. En el caso de Osakidetza, la ratio desciende hasta 4,8.
El Sindicato de Enfermería, SATSE, iniciará una recogida de firmas en Euskadi para que el Congreso de los Diputados debata una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que busca garantizar por ley un número máximo de pacientes por profesional de Enfermería en todas las comunidades autónomas y ofrecer así una mejor atención sanitaria con mayor calidad y seguridad.
La Secretaria de Organización de SATSE Euskadi, Encarna de la Maza, ha explicado que, tras el visto bueno del Congreso a la tramitación de la ILP, el Sindicato de Enfermería iniciará una campaña de información y sensibilización social bajo el lema “La Sanidad que merecemos”, con el objetivo de aumentar las plantillas enfermeras en Osakidetza, así como en el conjunto de los diferentes Servicios de Salud. Una de sus principales acciones será recabar a lo largo de los próximos meses las 500.000 firmas necesarias para que la ILP se debata en el Congreso.
En concreto, la organización sindical instalará a lo largo de los próximos meses diversas mesas y puestos informativos en los hospitales y centros de salud de Euskadi,además de en otros emplazamientos, para que profesionales y ciudadanía apoyen con su firma el aumento de las plantillas enfermeras en Osakidetza.Además de la recogida de firmas, la organización sindical mantendrá reuniones con instituciones y otros colectivos de interés para que se sumen a esta iniciativa.
Encarna de la Maza ha resaltado que el déficit de plantillas enfermeras en la CAV es preocupante y supone un riesgo para la salud y seguridad de la población. Por ello, la organización sindical ha decidido impulsar esta iniciativa legislativa popular y recabar en la comunidad autónoma el mayor número posible de firmas.
Según el estudio de SATSE “Análisis de la situación de los enfermeros y enfermeras en los centros sanitarios de Euskadi”, la ratio de profesionales de enfermería por 1.000 habitantes en la Comunidad Autónoma Vascaes 7,16mientras que en Europa es de 8,8. En este sentido, Euskadi necesita un total de 3.592enfermeras y enfermeros para alcanzar, al menos, la media europea.
En el caso de la sanidad pública, la ratio de la CAV disminuye hasta 4,8 profesionales por 1.000 habitantes. Concretamente, en Osakidetza, se necesitaría ampliar en 1.606 los y las profesionales de enfermería (1.322 en Atención Especializada y 284 en Atención Primaria). El resto, 1.986 enfermeros y enfermeras, serían necesarias en el ámbito sociosanitario, la sanidad privada y otros ámbitos.
Otro concluyente dato que ofrece el estudio, es que un/a profesional de Enfermería, de media, tiene a su cargo hasta 18 pacientes en una planta de hospital de 36 pacientes (estimado según unidad, turno y día de la semana); mientras que la ratio segura es de 6-8 pacientes. Por ello, se requeriría aumentar la media actual de 15 enfermeras por planta de hospital hasta contar con 30.
SATSE recuerda que en el Estado no existe una legislación específica que regule la asignación de número máximo de pacientes por cada profesional. Por ello, en cada CC.AA. se establece el número de enfermeras y enfermeros de sus plantillas en función de criterios diversos en los que cuenta más el interés por el ahorro económico que mejorar la calidad y seguridad de los cuidados, apunta.
A juicio de SATSE, es preciso fijar unas “líneas rojas” y garantizar por ley un número máximo de pacientes asignados a cada enfermera y enfermero. “Una norma que beneficiará a ciudadanía, profesionales y Sistema Sanitario”.
El Sindicato de Enfermería entiende que, si se aprueba esta Ley, las y los pacientes recibirán una atención más segura, humana y de mayor calidad, y serán tratados/as con los mismos niveles de cuidados independientemente del lugar en el que residan; los y las profesionales trabajarán con una menor carga laboral, lo que repercutirá positivamente en su salud y seguridad en el trabajo, y el Sistema Sanitario Público, además de mejorar la atención que presta, será más eficiente a nivel económico y social.