SATSE Euskadi pide espacios de trabajo libres de acoso sexual y por razón de sexo

22 noviembre 2021

Tras la reciente aprobación de protocolos frente al acoso sexual y por razón de sexo, Osakidetza, IFAS, IFBS (aunque no existe un Protocolo, se ha comenzado con el Plan de Igualdad), y el resto de las empresas sanitarias y sociosanitarias, tienen que actuar para terminar con las actitudes y acciones de violencia sexual y sexista en el trabajo

SATSE Euskadi inicia una campaña contra el acoso sexual y por razón de sexo en el ámbito laboral, de cara al 25 de noviembre, Día Internacional para la erradicación de la violencia contra las mujeres.

La campaña se llevará a cabo en centros de trabajo de Osakidetza, en espacios sociosanitarios y en la sanidad privada de Euskadi. El objetivo es sensibilizar y dar a conocer acciones habituales que sufren las profesionales por el hecho de ser mujeres y que se producen en sus espacios de trabajo o en situaciones derivadas del trabajo.

Está demostrado que las situaciones de mayor vulnerabilidad son factores que aumentan el riesgo de las mujeres ante el acoso sexual y por razón de sexo.  Estos factores están también muy presentes en Osakidetza, por ejemplo, donde la proporción de mujeres/ hombres trabajadores/es de un 80/20 a favor de las mujeres, pero son más vulnerables al estar infrarrepresentadas en los puestos de mando, decisión, y dirección, tener mayor precariedad laboral, sufrir más contratos eventuales y temporales y estar subcontratadas en un mayor porcentaje.

SATSE Euskadi lleva años trabajando por la erradicación de la violencia machista, y por ello, con motivo del 25 de noviembre, se va a impulsar una campaña de sensibilización bajo el lema: “Por espacios libres de acoso sexual y por razón de sexo”.

Esta campaña, que se va a exponer en redes sociales y en los centros de trabajo sanitarios y se repartirán carteles y folletos, busca dar a conocer situaciones “habituales” que se dan en los centros de trabajo y que no suelen ser consideradas como acoso pero que sí lo son, ya que el primer paso para erradicar esta violencia es saber identificarla. 

También se quiere visibilizar que generaciones de mujeres han sido, y son aún, sometidas a conductas de naturaleza sexual derivadas de las desiguales en las relaciones de poder y a conductas hostiles por razón de sexo en su entorno laboral que comprenden miradas, comentarios, tocamientos, requerimientos sexuales e incluso en algunos casos, violación… Porque esta violencia invisible que las mujeres llevan padeciendo desde su incorporación al mundo laboral lleva demasiados años obstaculizando su participación laboral y contribuyendo en numerosas ocasiones a expulsarlas del puesto de trabajo. Precisamente las enfermeras son mujeres en un 90%, y, además, el medio sanitario y sociosanitario en su conjunto es un espacio donde trabajan una inmensa mayoría de mujeres. 

  

Obligación de las empresas y administraciones

   

Todas las empresas están obligadas a implantar medidas y protocolos contra el acoso sexual y por razón de sexo, según establece el artículo 48 de la Ley Orgánica 3/2007 para la Igualdad efectiva entre mujeres y hombres y otras normas de referencia en el ámbito internacional, en especial de ámbito europeo y de la normativa española.

Ante la reciente aprobación de protocolos frente al acoso sexual y por razón de sexo, en Osakidetza y otros ámbitos, el sindicato afirma que la existencia de estos es imprescindible, pero por sí mismos no son una garantía para las mujeres que sufren esta violencia. Para que funcionen deben ser accesibles, garantistas y ágiles y se debe proteger a la víctima. Pero además hay que adoptar medidas para sensibilizar, prevenir e identificar factores que fomentan el acoso, investigar sus causas e implantar acciones para erradicarlo, entre las que se encuentre la sanción o el despido de quien acosa.

  

El acoso sexual y por razón de sexo es DELITO  

  

El acoso sexual y por razón de sexo es un delito que sufren mayoritariamente las mujeres. Y es que, ambas manifestaciones son formas de la violencia machista e implican vulneración de derechos fundamentales.

Según refleja la macroencuesta de violencia contra la mujer del año 2019 realizada por el Gobierno estatal, el 40% de las mujeres mayores de 16 años ha sufrido acoso sexual en algún momento de su vida.

En cuanto al ámbito laboral, al ser preguntadas por el vínculo que les unía con el agresor, el 47% respondieron que el acoso había sido por un superior jerárquico. En las actuaciones de carácter sexual se incluye recibir chistes de carácter sexista (83%), piropos y cometarios sexuales, (75%), contacto físico (67%) y peticiones e invitaciones de naturaleza sexual (31%).

En cuanto al acoso por razón de sexo, el 80% de las mujeres encuestadas respondieron haberse sentido discriminadas en el trabajo, registrando una incidencia más elevada las siguientes: dirigirse a la mujer de manera ofensiva (61%), asignación de tareas, competencias y responsabilidades por debajo de su categoría profesional, (32%) o ser relegadas en la promoción profesional (26%).

A pesar de la gravedad que tiene este tipo de comportamientos, su denuncia sigue siendo baja. El motivo va ligado esencialmente a la falta de confianza de las mujeres trabajadoras en que su denuncia prospere y que no le perjudique todavía más (miedo a ser señalada, a ser juzgada, o incluso, a perder el puesto de trabajo…).

SATSE Euskadi quiere contribuir con su campaña a señalar que los hechos de acoso sexual y por razón de sexo en el trabajo son totalmente contrarios al principio de igualdad de trato entre mujeres y hombres, y causan un profundo sufrimiento, daños y consecuencias negativas sobre la dignidad, la salud, la seguridad, la autonomía y el empleo de las mujeres afectadas, así como en el clima laboral.

Asimismo, en un día como este, hay que recordar que han transcurrido más de dos años de la aprobación del Convenio sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el mundo del trabajo (C190), que constituye la primera norma laboral de ámbito internacional que aborda este tipo de violencia. Es por ello, que, como Sindicato profesional de Enfermeras y Fisioterapeutas, exige a las Cortes Generales que de una vez por todas aprueben su ratificación ya que es una cuestión imperante de justicia y dignidad.

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