Notas de prensa
Igualdad
25N-SATSE Euskadi exige mayor protección contra el acoso sexual en el ámbito sanitario
25.11.24 | Euskadi

El Sindicato de Enfermería, SATSE, ha reclamado que los centros sanitarios cuenten con protocolos de actuación contra el acoso sexual y otras formas de abuso de poder que afectan especialmente a colectivos profesionales feminizados, como el de las enfermeras.
Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, SATSE ha puesto el foco en un problema que atenta gravemente contra la igualdad de género y el respeto a los derechos humanos, y que sigue muy presente en el ámbito sanitario.
SATSE destaca la necesidad de que se implementen en los servicios de salud planes o protocolos de actuación que contemplen actuaciones concretas de prevención, detección y atención a las profesionales que sufran acoso sexual y otras formas de abuso de poder. Acciones que siempre deben ser conocidas por todo el personal sanitario. “También hay que impulsar actuaciones de información y sensibilización que promuevan el equilibrio de género, así como acciones de seguimiento y monitoreo de casos que ayuden a prevenir situaciones futuras”, asegura.
Gracias a la labor de SATSE Euskadi, Osakidetza cuenta desde 2021 con un protocolo contra el acoso sexual y por razón de sexo, pero “todavía queda mucho trabajo por hacer, ya que son muchos los casos que no se denuncian por miedo”, afirman.
Apoyo
Otro aspecto importante, según SATSE, es garantizar que todas las víctimas de acoso sexual u otras formas de abuso de poder en el trabajo tengan toda la ayuda y respaldo necesario, que las actuaciones y/o conductas de los agresores tengan consecuencias “y que, en ningún caso, se invisibilicen o se dejen pasar”, resalta.
La organización sindical también demanda que se habiliten los mecanismos necesarios por parte de las administraciones competentes para que se realicen estudios periódicos y exhaustivos sobre causas, situaciones y casos registrados dado que, en la actualidad, sigue habiendo oscurantismo y falta de transparencia en torno a este problema.
“Hay que luchar contra la normalización del acoso y evaluar con indicadores medibles la realidad existente en todos los ámbitos de trabajo (hospitales, centros de salud, centros sociosanitarios…) con el objetivo final de lograr un ambiente laboral seguro y respetuoso”, añade.
Víctimas
Según un estudio publicado en 2023 por la revista académica The Lancet, a raíz de una encuesta a profesionales del sector sanitario y académico del estado, el 73,6 por ciento de las encuestadas informaron haber sufrido acoso sexual y el 28,7 por ciento alguna forma de abuso de poder.
Otro dato fue que el 34,5 por ciento de las víctimas afirmaron sufrir efectos psicológicos duraderos (miedo, ira, vergüenza, depresión, trauma y diversos problemas de salud mental…). “Las consecuencias no solo se experimentan cuando el hecho se produce, sino que permanecen en el tiempo”, apunta.
SATSE recuerda que el acoso sexual es cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza sexual que atenta contra la dignidad de una persona (insinuaciones, proposiciones, flirteos ofensivos y obscenos, bromas, observaciones sobre la apariencia sexual…). El acoso sexual es una de las manifestaciones posibles del abuso de poder en el trabajo, que es la utilización indebida de la autoridad para manipular, controlar o perjudicar a otros.
Formación
El acoso sexual y por razón de sexo es la expresión más clara de desigualdad entre mujeres y hombres en el ámbito laboral y su presencia, es una forma de violencia contra las mujeres. Por este motivo y con el objetivo de ayudar a promover espacios de trabajo seguros y libres de violencia, apoyar y asesorar a quienes la sufren, SATSE Euskadi ha formado a sus delegadas y delegados.
Además, el Sindicato de Enfermería trabaja desde hace tiempo informando y sensibilizando sobre Intervención en Violencia contra las mujeres en el Ámbito Sanitario, a través de la realización de jornadas informativas, formación y talleres de sensibilización…, además de la denuncia pública de estas situaciones y la demanda permanente a las administraciones para que actúen de manera eficaz, coordinada y permanente.
“Apostamos por la formación continuada a las enfermeras y fisioterapeutas para dotarles de herramientas que les ayuden a detectar y atender casos de violencia de género que puedan detectar en sus puestos de trabajo. También la necesidad de que cuenten con un mayor conocimiento de los recursos disponibles en cada momento y situación”, afirma.
La detección precoz de un caso de violencia de género por parte de la enfermera posibilita realizar una intervención temprana, algo que resulta fundamental en estas situaciones. De hecho, cada vez son más los casos de violencia que se detectan en los centros hospitalarios. En 2023 las y los profesionales de Urgencias y de los centros de salud de Osakidetza atendieron 2.055 mujeres víctimas de violencia, un 22,6% más que el año anterior, y el personal sanitario debe estar preparado para detectarlo y atenderlo.